Las personas se sorprenden mucho al descubrir que una patata frita pequeña, junto con el aceite de la fritura, puede tener aproximadamente 350 calorías. Las de mayor tamaño pueden incluso llegar a tener 600 calorías, por lo que en una dieta que debamos ingerir de 1200 a 1500 calorías no nos podemos permitir el lujo de incluirlas más que en ocasiones especiales.
Una bolsa de patatas fritas te aporta un 30% de las calorías que debes ingerir en el día.
Sin embargo, un estudio realizado concluyó que la mayoría de personas que ingieren patatas fritas, no ingieren una sola bolsa al día o una sola patata, sino que suelen ingerir una mayor cantidad de estas, por lo que puede llegar a ser una causa de sobrepeso.
Una alternativa a esta cantidad de calorías es cocinar patatas asadas e incluso comprar algunos de los electrodomésticos que hay a la venta para cocinar patatas con tan solo 2 o 3 cucharadas de aceite.
Asimismo, existen algunos estudios, aun no debidamente contrastados, que estarían insinuando que las patatas fritas crean adicción, tal y como lo hace el chocolate, debido a la activación de un mecanismo biológico que provoca una sensación de apetito difícil de contener.
Este proceso se formaría muy rápido, comenzando en las papilas gustativas. Unos nervios sensitivos de las papilas se activarían con la degustación de las patatas fritas, llevando señales nerviosas al cerebro y activando la producción de endocannabiniodes.
Asimismo, otro estudio reveló que algunas marcas que venden patatas en los supermercados listas para su consumo, contendrían sustancias cancerígenas debido a que el aceite superaba los 180 grados centígrados al momento de su fritura.
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